Es
pegar el saltito
al subir la vereda
sin mirar el charco
debajo de los pies;
encontrarse la piel
tan indefectiblemente
roja
al acechar
cualquier pasión
por detrás de los ojos
vidriados;
tener los pies
gélidos
a la hora de dormir;
sentir las uñas siempre
tan infinitamente largas
al final de los dedos
tan amarillamente cortos;
saberse la piel suave
en cualquier recoveco
en la multitud de lunares;
descubrirse un pecho amplio
en tan poco tiempo;
pero sobre todo
es nunca saber
cerrar la boca.
5 comentarios:
Seriamente, sin ningún tipo de tono cordial sino respondiendo muy francamente: me gustó y mucho.
Me parece que si lo estabas viendo como un intento, deberías replantearte seguir intentando.
La verdad es que lo leí cuatro veces mínimo porque me gustó mucho.
Y tiro una sola piedra nada pesada. "la boca" lo habría puesto en un verso aparte, o sea, en el siguiente... además me parece que saber y cerrar quedarían muy bien conectados.
Nada más, es mi humilde consejo de persona que no sabe nada de poesía y que tuvo intentos demasiado fallidos... Grrrr, te envidio
Mentira.
E.
t
a
m
o
Nin, sos genial.
Y esto es genial.
Me encantó.
A por más! A por más!
Mmm... Me parece re positivo el experimento, si se lo puede llamar de esa manera. Escueto, justo, sin ninguna opulencia y muy exacto. Además creo que escribir oraciones declarativas con el verbo ser implica siempre correr el risgo de ser bastante cursi y, si bien (y a pesar de todos nuestros intentos) no siempre lo podemos evitar, me parece que vos lo lograste con mucho éxito.
Concuerdo: a por más.
Ah... Hay algo para vos por ahí (léase: en mi blog). Espero que no lo tomes a mal, de veras.
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