jueves, 17 de mayo de 2007

Lo esencial

Es

pegar el saltito

al subir la vereda

sin mirar el charco

debajo de los pies;

encontrarse la piel

tan indefectiblemente

roja

al acechar

cualquier pasión

por detrás de los ojos

vidriados;

tener los pies

gélidos

a la hora de dormir;

sentir las uñas siempre

tan infinitamente largas

al final de los dedos

tan amarillamente cortos;

saberse la piel suave

en cualquier recoveco

en la multitud de lunares;

descubrirse un pecho amplio

en tan poco tiempo;

pero sobre todo

es nunca saber

cerrar la boca.