jueves, 22 de febrero de 2007

Golpe a golpe

- (…) con un ojo la vi ponerse las medias temprano a la mañana. Ni ganas tuve de frenarla. “No te vayas”, podría haberle pedido. Pero no. Para qué, si igual no se iba a quedar. No se iba a dejar convencer. Es tan obstinada.
Fernando la maltrata. La muele a palos hasta hacerle esos hematomas que comienzan siendo púrpura y sin avisar un día se vuelven color batata. Le golpea la cabeza, le retuerce los brazos, le tira del pelo. La muerde hasta hacerla sangrar. La arrastra a su cárcel de alcohol susurrándole al oído las palabras más violentas. Y ella nada, se deja. No le ruega, no lo enfrenta, ni siquiera lo odia. Él la llena de golpes bajos, y ella ni se conmueve. Él se pone agresivo en la intimidad, y ella ni lo echa de la cama. Le saca dientes con un solo impacto del puño, y ella ni se hace poner postizos. Le taladra cada centímetro del cuerpo hasta dejárselo todo entumecido. La sumerge en una bañera de agua helada todas las mañanas, y ella se siente como nadando en un spa.
-No hacía falta tanta metáfora: esto es una denuncia policial, no una pieza lírica.

2 comentarios:

Ezequiel M. dijo...

esaaaaa... justo estaba entrando a tu blog puteandolas a bian y a vos porque nunca actualizan.. y paf, texto.

A lo Poe, alto remate.

E.

Anónimo dijo...

Sí, coincido: alto remate. Me hiciste sonreir. La idea que tuviste para el texto me gustó mucho. Ya me voy dando una idea de por dónde viene la mano niniana... Quiero ver más textos! Una masa leerte, Nin.
Besos!